Delaware tiene un tribunal único, el Tribunal de Cancillería, el cual es reconocido mundialmente por su jurisdicción en temas corporativos. Este tribunal es la razón principal por la preeminencia de Delaware en el tema de la ley corporativa. A causa de la rapidez y predictibilidad que resulta a causa de experiencia al igual que una riqueza de decisiones judiciales publicadas, Delaware ha salido hacia adelante como el “capital corporativo” de la nación.
Sin embargo, la competencia en otros estados está subiendo al observar los ingresos producidos para el estado con su estatus de local primordial para la ley corporativa. Sobre las décadas Delaware cuidadosamente ha cultivado estatutos corporativos para hacerse más atractivo que otros estados para corporaciones. En un esfuerzo de continuar con esto, el Tribunal de Cancillería ha desarrollado un sistema que puede permitir arbitraje obligatorio. Esto permitirá que empresas presenten argumentos en privado a un juez del tribunal y recibir una decisión rápidamente en vez del largo proceso de ir a juicio. El proceso de arbitraje es confidencial y no está disponible para record público; esto es especialmente importante cuando se trata de información como tecnología o patentes.
Eric Ruth del “The News Journal” escribe, “bajo las nuevas reglas los rivales pueden escoger sentarse privadamente con el juez—o como le llaman—el canciller—y presentar sus argumentos y dejar el arbitrador decidir el resultado. La meta es resolver el tema en 90 días—Casos en el Tribunal de Cancillería han tardado hasta un año o dos antes de llegar a juicio.
Los esfuerzos de Delaware para ampliar el alcance y hacer el proceso de arbitraje confidencial, oportuno y económico, mantendrá al estado en la vanguardia como el “capital corporativo” de la nación.
